LA PALABRA “HACKER


Abril 2004

Para la prensa popular, "hacker" significa alguien que irrumpe en las computadoras. Entre los programadores significa: un buen programador. Pero los dos sentidos están conectados. Para los programadores, "hacker" connota dominio en el sentido más literal: alguien que puede hacer que una computadora haga lo que él quiere—ya sea que la computadora quiera o no.

Para aumentar la confusión, el sustantivo "hack" también tiene dos sentidos. Puede ser un halago o un insulto. Se dice que has “hackeado” algo cuando lo haces de una manera fea. Pero cuando haces algo tan inteligente que de alguna manera vences al sistema, también se dice que lo has “hackeado”. La palabra se usa con más frecuencia en el primer sentido que en el último, probablemente porque las soluciones feas son más comunes que las brillantes.

Lo creas o no, los dos sentidos de "hackear" también están conectados. Las soluciones feas y las imaginativas tienen algo en común: ambas rompen las reglas. Y hay un continuo [a] gradual entre innovación que es simplemente fea (usar cinta adhesiva para sujetar algo a tu bici) e innovación que es brillantemente imaginativa (descartar el espacio Euclidiano).

Hackear es anterior a las computadoras. Cuando Richard Feynman [b] estaba trabajando en el Proyecto Manhattan, para divertirse, abría a escondidas cajas de seguridad que contenían documentos secretos. Esta tradición continúa hoy en día. Cuando estábamos en la escuela de posgrado, un hacker amigo mío que pasó demasiado tiempo en el MIT [c] tenía su propio kit para abrir candados. (Ahora dirige un fondo de cobertura, un negocio que no deja de estar relacionado.)

A veces es difícil explicar a las autoridades por qué uno querría hacer tales cosas. Otro amigo mío una vez se metió en problemas con el gobierno por forzar su entrada en computadoras. Esto ha sido apenas recientemente declarado un crimen, y el FBI descubrió que su técnica de investigación acostumbrada no funcionaba. La investigación policial, al parecer, comienza con un motivo. Los motivos más comunes son pocos: drogas, dinero, sexo, venganza. La curiosidad intelectual no era uno de los motivos en la lista del FBI. De hecho, el concepto entero parecía ajeno a ellos.

Los que tienen autoridad tienden a molestarse por la actitud generalizada de los hackers a la desobediencia. Pero esa desobediencia es un subproducto de las cualidades que los hacen buenos programadores. Pueden reírse del CEO cuando habla en neologismos corporativos genéricos, pero también se ríen de alguien que les dice que un cierto problema no puede resolverse. Reprime uno y por ende reprimes el otro.

En ocasiones esta actitud es malinterpretada. Algunas veces los programadores jóvenes notan las excentricidades de hackers eminentes y deciden adoptar algunas de ellas con el fin de parecer más inteligentes. La versión falsa no sólo es molesta, la actitud arrogante de estos farsantes puede de hecho retrasar el proceso de innovación.

Pero incluso tomando en cuenta sus molestas excentricidades, la actitud desobediente de los hackers es una ganancia neta. Desearía que sus ventajas fueran mejor comprendidas.

Por ejemplo: sospecho que la gente en Hollywood esta simplemente desconcertada por la actitud de los hackers hacia los derechos de autor. Es un tema perenne de acalorada discusión en Slashdot. Pero ¿por qué deben estar tan preocupados por los derechos de autor los que programan computadoras, de entre todas las cosas?

En parte porque algunas empresas utilizan mecanismos para prevenir la copia. Muéstrale a cualquier hacker un candado y su primer pensamiento es como abrirlo. Pero hay una razón más profunda por la que los hackers están alarmados por medidas como los derechos de autor y patentes. Ven las medidas cada vez más agresivas para proteger la "propiedad intelectual" como una amenaza a la libertad intelectual que necesitan para hacer su trabajo. Y tienen razón.

Es hurgando dentro de la tecnología actual que los hackers consiguen ideas para la próxima generación. No, gracias; podrán decir los poseedores de propiedad intelectual; no necesitamos ninguna ayuda externa. Pero se equivocan. La ultima generación de tecnología informática ha sido, a menudo, —tal vez más de las veces— desarrollada por desconocidos.

En 1977 había sin duda algún grupo dentro de IBM desarrollando lo que ellos esperaban sería la próxima generación de computadoras de negocios. Pero se equivocaron. La siguiente generación de equipos de negocios estaba siendo desarrollada en líneas completamente diferentes por dos chicos de pelo largo llamados Steve, en un garaje en Los Altos. Casi al mismo tiempo, los que tenían el poder estaban colaborando para desarrollar el sistema operativo oficial de última generación, Multics. Sin embargo, dos chicos que pensaban que Multics era excesivamente complejo escribieron su propia versión. Le dieron un nombre que era una referencia en broma a Multics: Unix. 

Las últimas leyes de propiedad intelectual imponen restricciones sin precedente al tipo de sana curiosidad que conduce a nuevas ideas. En el pasado, un competidor podía utilizar las patentes para evitar que vendieras una copia de algo que ellos hicieron, pero no podían evitar que desbarataras una para ver cómo funcionaba. Las últimas leyes hacen de esto un delito. ¿Cómo vamos a desarrollar nueva tecnología si no podemos estudiar la tecnología actual para encontrar la manera de mejorarla?

Irónicamente, los hackers se han atraído esto a sí mismos. Las computadoras son responsables del problema. Los sistemas de control dentro de una máquina solían ser físicos: engranajes y palancas y levas. Cada vez más, la inteligencia (y por tanto el valor) de los productos esta en el software. Y con esto quiero decir software en el sentido general: es decir, datos. Una canción en un LP esta físicamente grabada en el plástico. Una canción en el disco de un iPod esta simplemente almacenada en él.

Los datos son, por definición, fáciles de copiar. Y la Internet hace estas copias fáciles de distribuir. Así que no es de extrañar que las empresas tengan miedo. Pero, como sucede a menudo, el miedo ha empañado su juicio. El gobierno ha respondido con leyes draconianas para proteger la propiedad intelectual. Probablemente tienen buenas intenciones. Pero no se dan cuenta de que esas leyes hacen más daño que bien.

¿Por qué los programadores se oponen tan violentamente a estas leyes? Si yo fuera un legislador, estaría interesado en este misterio, —por la misma razón por la que si fuera un granjero me gustaría salir a investigar si de repente, una noche, escuchara una gran cantidad de graznidos que vienen de mi gallinero—. Los hackers no son estúpidos, y la unanimidad es algo muy raro en este mundo. Así que si todos ellos están graznando, quizás haya algo mal.

¿Podría ser que esas leyes, que aunque tienen la intención de proteger a Estados Unidos, en realidad lo están perjudicando? Piensa en ello. Hay algo muy estadounidense en Feynman abriendo a escondidas cajas fuertes durante el Proyecto Manhattan. Es difícil imaginar que las autoridades de la época en Alemania tuvieran sentido del humor acerca de tales cosas. Tal vez no es una coincidencia.

Los hackers son ingobernables. Es la esencia implícita en el acto de hackear. Y es también la esencia de lo estadounidense. No es una casualidad que Silicon Valley esté en Estados Unidos, y no en Francia o Alemania, o Inglaterra, o Japón. En esos países, las personas pintan sin salirse de las lineas.

Viví un tiempo en Florencia. Pero después de haber estado allí por unos meses, me di cuenta de que lo que inconscientemente había estado esperando encontrar allí, estaba en el lugar que acababa de dejar. La razón de que Florencia sea famosa es por que en 1450 era el equivalente de Nueva York. En 1450 estaba llena de la clase de gente ambiciosa y turbulenta que ahora encuentras en los Estados Unidos. (Así que volví a Estados Unidos.)

Es en gran medida a favor de Estados Unidos tener un ambiente agradable para el tipo correcto de indisciplina —no ser solo una casa para los inteligentes, sino para los atrevidos—. Y los hackers son siempre atrevidos. Si tuviéramos un día de fiesta nacional, sería el 1ro. de abril. Dice mucho acerca de nuestro trabajo que usemos la misma palabra para una solución brillante o para una terriblemente cursi. Cuando cocinamos una no siempre estamos 100% seguros de qué tipo es. Pero en la medida que tenga el tipo adecuado de lo incorrecto, es una señal prometedora. Es curioso que la gente piense en la programación como algo preciso y metódico. Las computadoras son precisas y metódicas. Hackear es algo que se hace con una sonrisa alegre.

En nuestro mundo, algunas de las soluciones más típicas no están muy apartadas de las bromas. IBM resulto sin duda bastante sorprendido por las consecuencias del acuerdo de licencia para DOS, al igual que el hipotético "adversario" tiene que estarlo cuando Michael Rabin [d] resuelve un problema redefiniéndolo como uno que es más fácil de resolver.

Los atrevidos tienen que desarrollar un agudo sentido de lo mucho que pueden salirse con la suya. Y últimamente los hackers han detectado un cambio en la atmósfera. Últimamente hackear parece ser bastante mal visto.

Para los hackers la reciente contracción de las libertades civiles aparece especialmente como algo inquietante. Eso también debería extrañarle a los demás. ¿Por qué debemos preocuparnos especialmente sobre las libertades civiles? ¿Por qué los programadores, más que los dentistas o los vendedores o los jardineros?

Permítanme poner el caso de manera que un funcionario del gobierno lo pueda apreciar. Las libertades civiles no son sólo un adorno, o una pintoresca tradición americana. Las libertades civiles hacen a los países ricos. Si trazas una gráfica del PIB per cápita tomando como referencia las libertades civiles, notaras una tendencia definida. Podrían las libertades civiles realmente ser una causa y no sólo un efecto? Creo que sí. Creo que una sociedad en la que la gente puede hacer y decir lo que quiera, tendera a ser también aquella en la que las soluciones más eficientes ganan, en lugar de las patrocinadas por las personas más influyentes. Los países autoritarios se vuelven corruptos; los países corruptos se hacen pobres, y los países pobres son débiles. Me parece que hay una curva de Laffer [e] para el poder del gobierno, al igual que para los ingresos fiscales. Al menos, parece bastante probable que sería estúpido intentar el experimento y averiguarlo. A diferencia de las tasas fiscales, no se puede derogar el totalitarismo si resulta ser un error.

Este es el motivo por el que los hackers se preocupan. Que el gobierno espíe a la gente no hace, literalmente, que los programadores escriban peor código. Es sólo que eventualmente lleva a un mundo en el que las malas ideas ganan. Y porque esto es tan importante para los hackers son especialmente sensibles a ello. Pueden sentir el totalitarismo acercándose desde lejos, de la misma manera en que los animales pueden sentir una tormenta que se avecina.

Sería irónico si, como temen los hackers, las recientes medidas destinadas a proteger la seguridad nacional y la propiedad intelectual resultaran ser un misil dirigido a lo que hace a Estados Unidos exitoso. Pero no sería la primera vez que medidas adoptadas en un ambiente de pánico tuvieran un efecto opuesto al deseado.

Existe algo que define a lo Estadounidense. No hay nada como vivir en el extranjero para enseñarte esto. Y si quisieras saber si algo va a nutrir o aplastar esta cualidad, sería difícil encontrar un mejor grupo de enfoque que los hackers, ya que están más cerca de representarlo que cualquier otro grupo que conozco. Más cerca, probablemente, que los hombres que llevan nuestro gobierno, que a pesar de todo su discurso de patriotismo, me recuerdan más a Richelieu y Mazarino que a Thomas Jefferson o George Washington.

Cuando lees lo que los fundadores de esta nación tuvieron que decirse a sí mismos, suenan más bien como hackers. "El espíritu de resistencia al gobierno", escribió Jefferson, "es tan valioso en algunas ocasiones, que desearía que siempre se le mantenga con vida."

Imagínate a un presidente estadounidense diciendo eso hoy en día. Al igual que los comentarios de una abuela franca, los dichos de los fundadores han avergonzado a generaciones de sus sucesores menos seguros. Ellos nos recuerdan de dónde venimos. Ellos nos recuerdan que es la gente que rompe las reglas la fuente de la riqueza y el poder de Estados Unidos.

Los que están en condiciones de imponer reglas, naturalmente, quieren que sean obedecidas. Pero tengan cuidado con lo que piden. Podrían conseguirlo.





Gracias a Ken Anderson, Trevor Blackwell, Giffin Daniel, Sarah Harlin, Shiro Kawai, Jessica Livingston, Matz, Jackie McDonough, Robert Morris, Eric Raymond, Guido van Rossum, David Weinberger, y Steven Wolfram por leer los borradores de este ensayo.

(La imagen muestra a los Steves Jobs y Wozniak con una “caja azul.” Fotografía por Margaret Wozniak. Reproducida con permiso de Steve Wozniak.)






*Traducido del original The Word "Hacker" por Paul Graham. Traducción: Armando Alvarez con la colaboración técnica de Hanedi Salas


Notas del Traductor


[a] Las teorías o modelos acerca de continuos explican las variaciones en una variable específica a través de una transición cuantitativa gradual que no presenta cambios ni discontinuidades abruptas. En cambio, los modelos “categóricos” proponen estados cualitativamente diferentes. [Fuente: Wikipedia. Ver]

[b] Richard Phillips Feynman [ˈfaɪnmən] (Nueva York, Estados Unidos, 11 de mayo de 1918- Los Ángeles, California, Estados Unidos, 15 de febrero de 1988) fue un físico estadounidense, considerado uno de los más importantes de su país en el siglo XX. Su trabajo en electrodinámica cuántica le valió el Premio Nobel de Física en 1965, compartido con Julian Schwinger y Sin-Ichiro Tomonaga. En ese trabajo desarrolló un método para estudiar las interacciones y propiedades de las partículas subatómicas utilizando los denominados diagramas de Feynman. En su juventud participó en el desarrollo de la bomba atómica en el proyecto Manhattan. Entre sus múltiples contribuciones a la física destacan también sus trabajos exploratorios sobre computación cuántica y los primeros desarrollos de nanotecnología. [Fuente: Wikipedia. Ver]

[c] Massachussetts Institute of Technology

[d] Michael Oser Rabin (nacido en 1931 en Breslau, Alemania, hoy en día parte de Polonia) es un notable científico de la computación y ganador del Premio Turing, el galardón más prestigioso en el campo. [Fuente: Wikipedia. Ver]

[e] La curva de Laffer representa la relación existente entre los ingresos fiscales y los tipos impositivos, mostrando como varía la recaudación fiscal al modificar los tipos impositivos. [Fuente: Wikipedia. Ver]