MADE IN USA

Noviembre de 2004

(Este es un nuevo ensayo para la edición japonesa de Hackers & Painters. Trata de explicar por qué los estadounidenses hacen algunas cosas bien y otras mal.)

Hace unos años, una amiga mía italiana viajó en tren desde Boston a Providence. Sólo había estado en Estados Unidos durante un par de semanas y todavía no había visto gran parte del país. Llegó asombrada. "¡Es tan feo!"

La gente de otros países ricos apenas puede imaginar la miseria de las partes hechas por el hombre en Estados Unidos. En los libros de viajes se le muestra en su mayoría ambientes naturales: el Gran Cañón, paseos en balsa por los rápidos, caballos en un campo. Si ves imágenes con cosas hechas por el hombre en ellos, serán vistas del horizonte de Nueva York tomadas desde una distancia prudente, o una imagen cuidadosamente recortada de una ciudad costera de Maine.

Los visitantes deben preguntarse ¿cómo es posible? ¿Cómo puede el país más rico del mundo lucir así?

Por extraño que parezca, puede no ser una coincidencia. Los estadounidenses son buenos en algunas cosas y malos en otras. Somos buenos haciendo películas y software, y malos haciendo automóviles y ciudades. Y creo que puede que seamos buenos en lo que somos buenos por la misma razón que somos malos en lo que somos malos. Somos impacientes. En Estados Unidos, si quieres hacer algo, no te preocupa que pueda salir mal, o molestar delicados equilibrios sociales, o que la gente pueda pensar que te estas sobrepasando. Si quieres hacer algo, como dice Nike, sólo hazlo.



Esto funciona bien en algunos campos y mal en otros. Sospecho que funciona en las películas y el software, ya que ambos son procesos desordenados. "Sistemático" es la última palabra que yo usaría para describir la forma en que los buenos programadores escriben software. El código no es algo que ensamblan cuidadosamente después de una esmerada planificación, como las pirámides. Es algo en lo que se sumergen, trabajando rápido y cambiando constantemente de opinión, como un bosquejo al carbón.

En el software, por paradójico que parezca, la buena manufactura significa trabajar rápido. Si trabajas lenta y meticulosamente, sólo terminarás con una implementación muy buena de tu equivocada idea inicial. Trabajar despacio y meticulosamente es optimización prematura. Es mejor hacer un prototipo rápido y ver qué nuevas ideas te da.

Parece que hacer películas funciona muy parecido a hacer software. Cada película es un Frankenstein, llena de imperfecciones y usualmente bastante diferente de lo que se previó originalmente. Pero interesante, y terminada con bastante rapidez.

Creo que nos salimos con la nuestra en las películas y el software, ya que ambos son medios maleables. La audacia paga. Y si en el último momento dos partes no encajan, puedes descubrir algún artilugio que al menos ocultará el problema.

Esto no sucede con los coches, o las ciudades. Son muy físicos. Si el negocio de los automóviles funcionara como el software o las películas, sobrepasarías a tus competidores haciendo un coche que pesara veinte kilos, o que se doblara hasta el tamaño de una motocicleta cuando se quisiera aparcar. Pero con los productos físicos hay más restricciones. No ganas por las innovaciones dramáticas tanto como por el buen gusto y la atención al detalle.

El problema es que la misma palabra "gusto" suena un poco ridícula a los oídos estadounidenses. Parece pretenciosa, o frívola, afeminada incluso. Los que viven en estados liberales creen que es "subjetiva", y los de estados conservadores creen que es para mariquitas. Así que cualquier persona en Estados Unidos que realmente se preocupe por el diseño navegara contra el viento.



Hace veinte años, solíamos escuchar que el problema de la industria del automóvil en Estados Unidos eran los trabajadores. Ya no escuchamos eso ahora que las empresas japonesas están construyendo automóviles en los Estados Unidos. El problema con los coches americanos es un mal diseño. Puedes verlo con sólo mirarlos.

Toda esa lamina de metal adicional en el AMC Matador no fue añadida por los trabajadores. El problema con este coche, al igual que con los coches americanos de hoy, es que fue diseñado por gente de marketing en vez de diseñadores.

¿Por qué los japoneses hacen mejores coches que nosotros? Algunos dicen que es porque su cultura fomenta la cooperación. Eso puede ser parte de ello. Pero en este caso parece más acertado decir que es debido a que su cultura valora el diseño y la manufactura.

Durante siglos, los japoneses han hecho cosas más finas a las que tenemos en Occidente. Cuando nos fijamos en las espadas que hicieron en 1200, simplemente no puedes creer que la fecha en la etiqueta sea correcta. Es de suponer que sus coches encajan con mayor precisión que los nuestros por la misma razón que sus ensambladuras siempre lo han hecho. Están obsesionados con hacer las cosas bien.

Nosotros no. Cuando hacemos algo en los Estados Unidos, nuestro objetivo es sólo hacer el trabajo. Una vez que llegamos a ese punto, tomamos una de dos rutas. Podemos parar allí, y tener algo crudo pero útil, como unas pinzas de presión. O podemos mejorarlo, lo que normalmente significa incrustarlo con adornos gratuitos. Cuando queremos hacer un coche "mejor", le pegamos aletas caudales, lo hacemos más largo, o hacemos las ventanas más pequeñas, dependiendo de la moda actual.

Lo mismo ocurre con las casas. En Estados Unidos, puedes tener una caja endeble unida por dos tiras de madera de dos por cuatro y paneles de yeso, o una McMansion —una caja endeble unida por dos tiras de madera de dos por cuatro y paneles de yeso, pero más grande, con un aspecto más espectacular, y llena de accesorios caros. La gente rica no consigue mejor diseño o manufactura; sólo obtienen una versión más grande y visible de la casa estándar.

Aquí no valoramos particularmente el diseño o la manufactura. Lo que nos gusta es la velocidad, y estamos dispuestos a hacer algo de una manera fea para hacerlo rápido. En algunos campos, como el software o las películas, esto es una ganancia neta.

Pero no se trata sólo de que el software y el cine sean medios maleables. En esos negocios, los diseñadores (aunque no sean generalmente llamados así) tienen más poder. Las compañías de software, al menos las exitosas, tienden a ser dirigidas por programadores. Y en la industria del cine, aunque los productores pueden cuestionar a los directores, el director controla la mayor parte de lo que aparece en pantalla. Y así, el software, las películas americanas y los coches japoneses, tienen todos algo en común: a las personas a cargo les preocupa el diseño—a los primeros porque los diseñadores están a cargo, y a los segundos porque toda la cultura se preocupa por el diseño.

Creo que la mayoría de los ejecutivos japoneses estarían horrorizados ante la idea de hacer un mal coche. Mientras que los ejecutivos estadounidenses, en su corazón, todavía creen que lo más importante de un coche es la imagen que proyecta. ¿Hacer un buen coche? ¿Qué es "bueno"? Es muy subjetivo. Si quieres saber cómo diseñar un coche, pregúntale a un grupo de enfoque.

En lugar de confiar en su propio compás interno del diseño (como lo hizo Henry Ford), las compañías de automóviles estadounidenses tratan de hacer lo que la gente de marketing cree que los consumidores quieren. Pero no está funcionando. Los coches americanos siguen perdiendo cuota de mercado. Y la razón es que el cliente no quiere lo que él piensa que quiere.

Dejar que los grupos de enfoque diseñen tus coches sólo gana en el corto plazo. A largo plazo, paga apostar por el buen diseño. El grupo de enfoque puede decir que quiere la rimbombante característica del día, pero lo que quieren aún más es imitar a los compradores sofisticados, y ellos, aunque una pequeña minoría, realmente se preocupan por el buen diseño. Eventualmente, los proxenetas y los traficantes de drogas se darán cuenta de que los médicos y los abogados han pasado de Cadillac a Lexus, y harán lo mismo.

Apple es un contraejemplo interesante a la tendencia estadounidense general. Si quieres comprar un bonito reproductor de CD, probablemente comprarás uno japonés. Pero si quieres comprar un reproductor de MP3, probablemente comprarás un iPod. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué no domina Sony los reproductores de MP3? Debido a que Apple está en el negocio de electrónica de consumo ahora, y a diferencia de otras compañías estadounidenses, están obsesionados con el buen diseño. O, más precisamente, su director general lo esta.

Acabo de conseguir un iPod, y no sólo es agradable. Es sorprendentemente agradable. Para que me sorprenda, debe satisfacer expectativas que no sabía que tenía. Ningún grupo de enfoque va a descubrir eso. Sólo un gran diseñador puede.



Los coches no son lo peor que hacemos en Estados Unidos. Dónde el modelo sólo-hazlo falla de manera más dramática es en nuestras ciudades— o mejor dicho, los exurbs. Si los desarrolladores de bienes raíces operaran a una escala lo suficientemente grande, si construyeran ciudades enteras, las fuerzas del mercado los obligarían a construir ciudades que no estuvieran mal diseñadas. Pero sólo construyen un par de edificios de oficinas o calles suburbanas a la vez, y el resultado es tan deprimente que los habitantes consideran una gran recompensa volar a Europa y vivir un par de semanas de lo que es, para la gente allí, la vida cotidiana. [1]

Pero el modelo sólo-hazlo, tiene ventajas. Parece ser el claro ganador para generar riqueza e innovaciones técnicas (que son prácticamente la misma cosa). Creo que la velocidad es la razón. Es difícil crear riqueza haciendo un producto. El verdadero valor está en las cosas que son nuevas, y si quieres ser el primero en hacer algo, ayuda trabajar rápido. Para bien o para mal, el modelo sólo-hazlo es rápido, ya seas Dan Bricklin escribiendo el prototipo de VisiCalc en un fin de semana o un promotor inmobiliario construyendo un bloque de condominios de mala calidad en un mes.

Si tuviera que elegir entre el modelo sólo-hazlo y el modelo cuidadoso, probablemente elegiría el sólo-hazlo. Pero, ¿tenemos que elegir? ¿Podemos tener las dos cosas? ¿Podrían los estadounidenses tener lugares agradables para vivir sin socavar el espíritu impaciente e individualista que nos hace buenos en el software? ¿Podrían otros países introducir mayor individualismo en sus empresas de tecnología y laboratorios de investigación sin tener que hacer metástasis que deriven en centros comerciales? Soy optimista. Es más difícil predecir acerca de otros países, pero en los Estados Unidos, al menos, creo que podemos tener ambas cosas.

Apple es un ejemplo alentador. Han sabido conservar suficiente del espíritu impaciente del hacker que necesitas para escribir software. Y sin embargo, cuando levantas una nueva laptop de Apple, bueno, no parece estadounidense. Es demasiado perfecta. Parece como si hubiera sido hecha por una compañía sueca o japonesa.

En muchas tecnologías, la versión 2 tiene una resolución más alta. ¿Por qué no en el diseño en general? Creo que poco a poco verás caracteres nacionales sustituidos por personajes profesionales: a los hackers en Japón se les permitirá comportarse con una obstinación que ahora parece extraña a la cultura japonesa y productos en los Estados Unidos se diseñarán con una insistencia sobre el gusto que ahora parece extraña a la cultura americana. Tal vez en el futuro los países más exitosos serán los más dispuestos a ignorar lo que ahora se consideran caracteres nacionales, y hagan cada tipo de trabajo de la forma en que funcione mejor. Juguemos unas carreras.



Notas

[1] Las ciudades japonesas son feas también, pero por razones diferentes. Japón es propenso a los terremotos, por lo que los edificios son vistos tradicionalmente como algo temporal; no hay una gran tradición de planificación de ciudades como la que los europeos heredaron de Roma. La otra causa es la relación notoriamente corrupta entre el gobierno y las empresas de construcción.

Gracias a Trevor Blackwell, Barry Eisler, Sarah Harlin, Shiro Kawai, Jessica Livingston, Jackie McDonough, Robert Morris, y Eric Raymond por leer borradores de esto.

 


 

Traducido de Made in USA por Paul Graham. Traducción: Armando Alvarez