EL PROBLEMA CON EL SEGWAY

Julio de 2009

El Segway no ha cumplido su promesa inicial, por decirlo suavemente. Hay varias razones del por qué, pero una es que la gente no quiere ser vista montada en ellos. Alguien que monta un Segway parece un idiota.

Mi amigo Trevor Blackwell construyó su propio Segway, que hemos llamado el Segwell. También construyó una versión con una sola rueda, el Eunicycle, que luce exactamente como un monociclo normal hasta que te das cuenta de que el ciclista no está pedaleando. Ha viajado en ambos al centro de Mountain View para tomarse un café. Cuando viaja en el Eunicycle, la gente le sonríe. Pero cuando viaja en el Segwell, gritan insultos desde sus coches: "¿Demasiado perezoso para caminar, maldito homosexual?"

¿Por qué provocan esta reacción los Segways? La razón por la que te ves como un idiota montado en un Segway es que luces complaciente. No pareces estar esforzándote demasiado.

Alguien que monta una motocicleta no está trabajando más duro. Pero debido a que está sentado a horcajadas en ella, parece estar haciendo un esfuerzo. Cuando estás montando un Segway simplemente estás allí de pie. Y alguien que está siendo transportado sin que parezca hacer trabajo —alguien en una silla de manos, por ejemplo— no puede evitar lucir complaciente.

Intenta este experimento mental y se vuelve evidente: imagina algo que funciona como el Segway, pero que montas con un pie delante del otro, como una tabla de skate. Algo así no parecería tan fuera de moda.

Así que puede haber una manera de capturar más del mercado que el Segway esperaba alcanzar: haz una versión que no parezca tan fácil para el piloto. También sería útil que el estilo estuviera en la tradición de las skateboards o las bicicletas en lugar de los dispositivos médicos.

Curiosamente, lo que puso a Segway en este problema fue que la empresa en sí era una especie de Segway. Fue demasiado fácil para ellos; fueron muy exitosos recaudando dinero. Si hubieran tenido que crecer la empresa poco a poco, iterando a través de varias versiones vendidas a usuarios reales, habrían aprendido muy rápidamente que la gente lucia estúpida en ellos. En su lugar, tenían suficiente dinero para trabajar en secreto. Tuvieron grupos de enfoque en abundancia, estoy seguro, pero no tenían a la gente gritando insultos desde sus coches. Así que nunca se dieron cuenta de que estaban adentrándose despreocupadamente en un callejón sin salida.



 


 

Traducido de The Trouble with the Segway por Paul Graham. Traducción: Armando Alvarez