PORQUÉ PERDIO LA TV

Marzo de 2009

Unos veinte años atrás la gente notó que las computadoras y la televisión estaban en curso de colisión y comenzaron a especular acerca de lo que habrían de producir cuando convergieran. Ahora sabemos la respuesta: computadoras. Está claro ahora que, aún al utilizar la palabra "convergencia" le estábamos dando demasiado crédito a la TV. Esto no será convergencia tanto como reemplazo. La gente todavía verá las cosas que llama "programas de televisión", pero los verán principalmente en computadoras.

¿Qué decidió la competencia a favor de las computadoras? Cuatro fuerzas, tres de las cuales se podrían haber previsto, y una que habría sido más difícil predecir.

Una previsible causa de la victoria es que Internet es una plataforma abierta. Cualquiera puede construir lo que quiera en esta, y el mercado elige a los ganadores. Así, la innovación ocurre a velocidades de hackers en lugar de a velocidades de grandes compañías.

La segunda es la Ley de Moore, que ha obrado su magia habitual sobre el ancho de banda de Internet. [1]

La tercera razón por la que las computadoras ganaron es la piratería. Los usuarios la prefieren no sólo porque es gratis, sino porque es más conveniente. Bittorrent y YouTube han entrenado ya a una nueva generación de espectadores a que el lugar para ver los programas está en una pantalla de computadora. [2]

La fuerza un tanto más sorprendente fue un tipo específico de innovación: aplicaciones sociales. El chico adolescente promedio tiene una capacidad casi infinita para hablar con sus amigos. Pero no pueden estar físicamente con ellos todo el tiempo. Cuando estaba en el bachillerato la solución era el teléfono. Ahora son las redes sociales, juegos multijugador, y diversas aplicaciones de mensajería. La forma de llegar a todos ellos es a través de una computadora. [3] Lo que significa que todos los chicos adolescentes (a) quieren una computadora con conexión a Internet, (b) tiene un incentivo para encontrar la manera de usarla, y (c) pasa horas y horas delante de ella.

Esta fue la fuerza más poderosa de todas. Esto fue lo que hizo que todo el mundo quisiera computadoras. Los nerds se hicieron de computadoras porque les gustaban. Luego los gamers se hicieron de ellas para jugar. Pero fue conectarse a otras personas lo que atrapó a todos los demás: eso es lo que hizo que incluso abuelas y niñas de 14 años desearan las suyas.

Después de décadas de aplicarles un goteo intravenoso a su audiencia, la gente en el negocio del espectáculo había llegado comprensiblemente a pensar en ellos como algo pasivo. Pensaron que podrían dictar la manera en que los programas alcanzaban a sus audiencias. Pero subestimaron la fuerza de su deseo de conectarse con los demás.

Facebook mató a la TV. Eso es enormemente simplista, por supuesto, pero probablemente lo más cercano a la verdad que se puede llegar en tres palabras.

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Las cadenas de televisión ya parecen, de mala gana, darse cuenta a donde van las cosas, y han respondido poniendo su material, de mala gana, en línea. Pero todavía están arrastrando los talones. Todavía parecen desear que en lugar de eso la gente vea programas en la TV, al igual que los periódicos que ponen sus historias en línea todavía parecen desear que la gente espere hasta la mañana siguiente y las lea en su versión impresa. Deberían ambos simplemente enfrentar el hecho de que Internet es el medio primario.

Estarían en mejor posición si hubieran hecho esto antes. Cuando surge un nuevo medio lo suficientemente poderoso como para poner nerviosos a los interesados, entonces es probable que sea lo suficientemente poderoso como para ganar, y lo mejor que pueden hacer es saltar de inmediato.

Les guste o no, grandes cambios están llegando, porque Internet disuelve los dos pilares de la radio y la televisión: la sincronicidad y la localidad. En Internet, no tienes que enviar a todos la misma señal, y no tienes que enviárselas desde una fuente local. La gente verá lo que quiera cuando le apetesca, y se agrupara de acuerdo con cualquier interés común al que se sientan más atraídos. Tal vez su mayor interés compartido será su ubicación física, pero no estoy adivinando. Lo que significa que la televisión local probablemente esta muerta. Era un artefacto de las limitaciones impuestas por la antigua tecnología. Si alguien estuviera creando una compañía de televisión por Internet desde cero ahora, podría tener algún plan para programas dirigidos a regiones específicas, pero no sería una prioridad.

La sincronicidad y la localidad están unidas. A los afiliados que retransmiten a las cadenas de televisión les interesa lo que hay en el horario de las 10 por que eso lleva espectadores a las noticias locales de las 11. Sin embargo, esta conexión agrega más fragilidad que fuerza: la gente no presta atención a lo que hay en el horario de las 10 porque quieran ver las noticias después.

Las cadenas de televisión luchan contra estas tendencias, ya que no tienen la suficiente flexibilidad para adaptarse a ellas. Están cercados por las filiales locales de la misma manera en que los fabricantes de automóviles están cercados por los distribuidores y los sindicatos. Inevitablemente, las personas que dirigen las cadenas se toman la ruta fácil y tratan de mantener el viejo modelo funcionando un par de años más, tal como han hecho los sellos discográficos.

Un reciente artículo en el Wall Street Journal describió cómo las cadenas de televisión estaban tratando de añadir más programas en vivo, en parte como una manera de hacer que los espectadores vean la televisión sincrónicamente en vez de ver programas grabados cuando les convenía. En lugar de entregar lo que los espectadores quieren, están tratando de obligarlos a cambiar sus hábitos para adaptarse al obsoleto modelo de negocio de las cadenas de televisión. Eso nunca funciona, a menos que tengas un monopolio o cartel para hacerlo cumplir, e incluso entonces sólo funciona temporalmente.

La otra razón por la que a las cadenas les gustan los programas en vivo es que son más baratos de producir. Allí tienen la idea correcta, pero no la han seguido hasta su conclusión. El contenido en vivo puede ser mucho más barato de lo que las cadenas se dan cuenta, y la manera de tomar ventaja de las dramáticas disminuciones en los costos es incrementar el volumen. Las cadenas están impedidas de ver toda esta línea de razonamiento, ya que todavía piensan estar en el negocio de las transmisiones—o sea: enviar una señal a todo el mundo. [4]

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Ahora sería un buen momento para empezar cualquier empresa que compita con las cadenas de televisión. Eso es lo que una gran cantidad de empresas de Internet son, a pesar de que pudieron no haber tenido esto como una meta explícita. Las personas sólo tienen unas pocas horas libres al día, y la TV se basa en esas largas sesiones (a diferencia de Google, que se enorgullece de despachar rápidamente a los usuarios) tanto, que cualquier cosa que consuma su tiempo está compitiendo con ella. Pero además de estos competidores indirectos, creo que las televisoras enfrentarán competidores directos cada vez con mayor frecuencia.

Incluso en la televisión por cable, la larga cola [a] fue cercenada prematuramente por el umbral que tenias que superar para iniciar un nuevo canal. Será más largo en la Internet, y habrá más movilidad en su interior. En este nuevo mundo, los actuales jugadores sólo tendrán las ventajas que cualquier gran empresa tiene en su mercado.

Eso cambiará el equilibrio de poder entre las cadenas y las personas que producen los programas. Las cadenas solían ser porteros. Distribuían tu trabajo, y vendían publicidad en él. Ahora las personas que producen un programa pueden distribuirlo ellas mismas. El valor principal que proveen las cadenas ahora es la venta de anuncios. Lo que tiende a ponerlos en la posición de proveedores de servicios en lugar de editores.

Los programas cambiarán aún más. En Internet no hay razón para mantener su formato actual, o incluso el hecho de que tengan un solo formato. De hecho, la especie más interesante de convergencia que viene es entre espectáculos y juegos. Pero en la cuestión de qué tipo de entretenimiento se distribuirá a través de Internet en 20 años, no me atrevo a hacer predicciones, excepto que las cosas van a cambiar mucho. Tendremos lo que las personas más imaginativas puedan cocinar. Es por eso que ganó la Internet.





Notas

[1] Gracias a Trevor Blackwell por este punto. Y añade: "Recuerdo que los ojos de las empresas de telefonía brillaban a principio de los años 90, cuando hablaban de convergencia. Pensaron que la mayoría de los programas serian sobre demanda, y que la implementarían y harían mucho dinero. Eso no funcionó. Supusieron que su infraestructura de red local sería fundamental para hacer vídeo sobre demanda, porque no era posible transmitirlo a partir de unos pocos centros de datos a través de Internet. En su época (1992) la totalidad del ancho de banda de Internet no era suficiente para una sola sesión de vídeo. Pero el ancho de banda aumentó más de lo que esperaban y fueron apaleados por iTunes y Hulu."

[2] Los propietarios de copyright tienden a centrarse en el aspecto que ven de la piratería, que es la pérdida de ingresos. Por lo tanto, piensan que lo que impulsa a los usuarios a hacerlo es el deseo de obtener algo gratis. Sin embargo, iTunes muestra que la gente pagará por cosas en línea, si se lo ponemos fácil. Un componente importante de la piratería es simplemente que ofrece una mejor experiencia de usuario.

[3] O un teléfono que es en realidad una computadora. No voy a hacer ninguna predicción sobre el tamaño del dispositivo que reemplazará a la TV, sólo que tendrá un navegador y obtendrá datos a través de Internet.

[4] Emmett Shear escribe: "Yo diría que la larga cola para los deportes puede ser incluso mayor que la de otro tipo de contenidos. Cualquiera puede transmitir un partido de fútbol colegial que será interesante para 10.000 personas, más o menos, incluso si la calidad de la producción no es tan buena."

Gracias a Sam Altman, Trevor Blackwell, Nancy Cook, Michael Seibel. Emmett Shear, y Fred Wilson por leer borradores de esto.


 


 

Traducido de Why TV Lost por Paul Graham. Traducción: Armando Alvarez

Notas del Traductor

[a] La larga cola es el nombre coloquial para una bien conocida característica de las distribuciones estadísticas (Zipf, Ley de potencias, distribuciones de Pareto y en general distribuciones de Lévy). La característica es también conocida como heavy tailspower-law tails, o las colas de Pareto.

En estas distribuciones una amplia frecuencia o gran frecuencia de «transacciones» es seguida por una baja frecuencia o baja amplitud de la población que disminuye gradualmente. En muchos casos, los acontecimientos de baja frecuencia o escasa amplitud —la larga cola, — pueden abarcar la mayor parte de un gráfico. 

Se utiliza también para describir determinados tipos de negocios y modelos económicos. Fuente: Wikipedia. Ver